Es ufólogo todo individuo que guste autodenominarse como tal. Al no existir un organismo reconocido que otorgue, homologue, matricule o colegie dicho título, quien lo detente estará en su real derecho.
Seguramente alguien que se precie de ser ufólogo hará algo más que leer libros o devorar videos sobre ovnis:
Es ufólogo quien encara, de manera autodidacta, tareas de investigación, recopilación o estudio relacionadas con el tema ovni (aunque fueran mínimas), sin importar su método o enfoque particular.
Es ufólogo quien se comunica con otros denominados ufólogos que lo ratifican en su identidad y pertenencia grupal, en tanto integra esa comunidad que comparte temáticas afines.
Estos tres criterios parecen lábiles pero aún si se cumpliera uno solo de ellos ya estaría satisfecha la condición necesaria para que alguien pueda considerarse "ufólogo".
Serrat decía que nunca es triste la verdad, lo que no tiene es remedio. Y la verdad de los hechos obliga a revisar las idealizaciones bienintencionadas. Los líderes de la aproximación cientificista al tema ovni preconizaron conceptos del tipo "Es menester depurar la información y convertir el estudio de los datos vírgenes en una verdadera tarea científica"
(1). Loables objetivos, sin duda, pero ¿es obligatorio que el ufólogo tenga una actitud científica? En rigor nadie se lo exige, ya que la ufología está fuera del circuito académico; y puede que alguien prefiera la investigación periodística (ajena a la rigurosidad y los largos tiempos del método científico) o la búsqueda de contacto con posibles visitantes cósmicos (2), y es lícito que otros profundicen en el tema con el solo fin de ratificar sus íntimas presunciones personales.
Vicente-Juan Ballester Olmos (3) ha propuesto "que se enfoque el estudio de este fenómeno desapasionadamente y, sobre todo, sin ideas preconcebidas." Empecemos por lo segundo ¿es posible carecer de ideas preconcebidas?. La respuesta es no, a tal punto que cuando Ballester Olmos escribió su libro "Ovnis, el fenómeno aterrizaje" implicaba desde el título el preconcepto de que alguna cosa había aterrizado. Y estaba bien, así como es bueno que su pensamiento continúe evolucionando. Es que en la vida, toda experiencia capitalizada nos condiciona para enfrentar con mayores o menores recursos las situaciones futuras, nos provee una determinada "disponibilidad psicológica". Cuanto más diversas, enriquecidas y tumultuosas sean esas ideas preconcebidas que adquirimos, mejor será el arsenal de respuestas posibles a las eventualidades que se nos presenten. Luego, no es malo tener muchas ideas preconcebidas, lo malo es tener pocas y malas ideas.
Cuando un ufólogo plantea que todo este fenómeno ha de ser parte de un mito moderno, lo hace con esa idea preconcebida, claro está, aquilatada por su experiencia y conocimientos. ¡Y lo mismo le pasa a quien sostiene que los ovnis vienen de otra galaxia o de Ganímedes!.
Es posible ser ufólogo y creer que naves tripuladas por seres extraterrestres visitan nuestro planeta. Es posible ser ufólogo pero escéptico total respecto a tales intrusiones alienígenas. También serán ufólogos aquellos que piensan que los ovnis son viajeros del tiempo, o manifestaciones plasmáticas, u hologramas cósmicos con el propósito de inculcar conceptos en la población, o un fenómeno psicosocial, o la emergencia de los arquetipos jungianos, o manifestaciones parapsíquicas.
ALGUNOS UFOLOGOS FAMOSOS:
JAIME MAUSSAN
REINALDO RIOS
HYNEK JOSEPH ALLEN
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